VALERIA VERA

Por Marcela Pinzón

Al ingresar al perfil de Instagram de Valeria Vera encuentro una descripción que no puede ser más acertada: “Actriz que canta, baila, escribe, produce y no deja que se le cierre el mundo”. A sus 41 años, mira hacia atrás y no hay duda de que estaba destinada para ser una artista, no hubiera concebido su existencia de otra manera.

Cuando tenía seis años su madre la llevó a una audición en Televisa, donde participaron más de 3,000 niños, desde entonces no ha parado de crear. Muchos la recuerdan con nostalgia como integrante del famoso grupo musical de los años 90 ‘ATM’ y ha formado parte de más de 45 proyectos televisivos, cinematográficos y teatrales, entre los que se encuentra la exitosa serie de Telemundo ‘El Señor de los Cielos’.

Tras su reciente paso en Betty en NY, donde dio vida a la ruda y competitiva Sandra Fuentes, el pasado mes de abril lanzó dos exitosos proyectos, acercándose aún más a sus seguidores en esta época de contingencia. Se trata de la producción mexicana de humor negro, ‘R’ y la tercera temporada de ‘La Casa de las Flores’.

Val Vera, quien se declara perfeccionista al máximo, no se detiene ni por un segundo, mucho menos ahora, que el COVID-19 nos ha obligado a todos a reinventarnos. Al lado de su esposa, la publicista, Lucía Cano, trabaja en su proyecto de coaching actoral ‘online’, que busca, mediante sesiones personalizadas, explorar la creatividad y recursos actorales de los participantes para desarrollar su potencial.

También hace conferencias en línea sobre bienestar. “Si no transformamos el concepto de individualidad va a estar bien difícil. Es el momento de estar al servicio de la comunidad” dice.

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LA ACTRIZ MEXICANA QUE NO PARA DE CREAR

¿Cual cree que fue el ingrediente para triunfar?
No tener prisa, mi carrera se ha ido formando poco a poco con base a la prueba y el error. Los años me han enseñado a ser más responsable y a saber qué quiero transmitir. Pienso mucho en la gente, me preocupo por el impacto que puedo generar ahí afuera, las figuras públicas somos influenciadores de pensamiento y las personas nos siguen por quienes somos, quiero que la gente pueda verse en mí.

Se inclinas a la comedia, ¿porqué?
Fue mi primer lugar de comodidad dentro de la actuación. No me costó trabajo, es algo que ya traes. Dios me permitió ser creadora de personajes, al no tener pudor creativo. Aún cuando mi fuerte es la comedia puedo hacer todo, siempre pongo como ejemplo a Jim Carrey, quien de ser un ‘clown’ toca unos niveles de profundidad que pueden ser hasta obscuros. De un pico de felicidad bajar hasta lo más profundo de la tristeza, tal como sucede en la vida.

¿Cómo le ha ido con Natalia Romero en la serie ‘R’ y con Sandro en ‘La Casa de las Flores’?
En los dos casos ha pasado algo mágico. Afortunadamente pudieron salir al aire, porque muchos proyectos, debido a la pandemia que vivimos, se quedaron en la mitad del camino. ‘R’ es una serie de humor negro de 10 capítulos que contiene acción, suspenso, comedia y es tan veloz que no te da ‘chance’ de parar. Es la historia de un oficinista que es constantemente humillado en la oficina y en su casa. Un día le dicen que tiene un cáncer terminal y que le queda un mes de vida, y es ahí donde verdaderamente empieza a vivir, hasta el punto que se ve involucrado en un crimen. Yo soy la líder de los policías que van detrás de la investigación, una mujer justa, honrada que es consciente de cómo opera la justicia. Es muy bonito darle vida a este tipo de personajes que saquen la cara por las mujeres, porque dentro del entretenimiento, también se debe crear conciencia. En cuanto a ‘La Casa de las Flores’, creo que el papel de Sandro es un acierto para la televisión, independientemente de quien lo interprete. Atreverse a poner sobre la mesa a un personaje transgénero abre una puerta y sensibiliza a la gente de que los actores trans existen, es una forma de visibilizar la problemática con respeto y humor.

Usted es un referente entre la comunidad gay, y ejemplo para muchas adolecentes que están en proceso de salir del closet. ¿Qué les dice?
Es un tema muy delicado porque no todas las familias son como la mía. Soy privilegiada de tener una madre abierta en ese aspecto, quien desde un principio lo aceptó, me guió y me inculcó que siempre debe existir respeto. Creo que se debe pelear por la libertad de sentir y de ser. Estar en conexión con el amor propio suma mucho para estar más serenos y menos frustrados. A mí me ha ido muy bien afuera del closet, nunca he sido juzgada. Me da mucho alivio porque demuestra que el mundo está cambiando, nos empiezan a ver como parte del todo. Mi profesión me da la oportunidad de darle visibilidad a mi comunidad.

¿Qué la inspira?
Me inspira pensar en el otro, que si muero mañana la gente se quede contenta de lo que sembré en ellos como actriz y como humano, crear buenos contenidos, hacer reír, dar felicidad, que los niños te sigan, que seas inspiración desde tu lado artístico. Me inspira ayudar a la gente en procesos de sanación. Estoy en un tema de coach actoral, puedo colaborar para que te conozcas creativamente, que no tengas miedo a explorar. Me gustan los centros energéticos, un camino en el que ya llevo muchos años.

¿Cuando esta contingencia termine, en qué se piensa enfocar?
En la enseñanza, en producir mi propio show sensorial teatral que quiero llevar por todos lados, en ser creadora y generadora de mis propios ingresos y no depender tanto de que el mundo se pare, tener más tiempo de calidad con mi pareja para enfocarnos en ser mamás.

foto por: Mike Paz @mikepazphoto
maquillaje: David Franco @davidfrancomakeup

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