La nariz es una característica prominente en la cara de todos. En realidad, es solo la punta de una gran cavidad nasal que se extiende otras tres cuartas partes hacia el interior del cráneo. Es una estructura simple, pero tiene características sorprendentes que cumplen varias funciones importantes.
La cavidad nasal, llena de aire, actúa como un amplificador de sonido que proporciona resonancia a nuestras voces. El techo de dicha cavidad, contiene las células nerviosas olfatorias que se proyectan desde el cerebro hacia arriba; éstas son fácilmente accesibles al flujo de aire y nos brindan el sentido del olfato, que, a su vez, aumenta el sentido del gusto.
La función principal de la cavidad nasal es actuar como un sistema de aire acondicionado, debe filtrar, purificar, humedecer y regular la temperatura del aire inhalado durante su breve paso por la cavidad. El interior de la nariz tiene proyecciones de ala desde las paredes laterales (llamadas cornetes), que proporcionan turbulencia al flujo de aire. Mientras que las principales impurezas son filtradas por los vellos nasales que se encuentran en el frente de la cavidad, las partículas más pequeñas impactan y se depositan en los cornetes, los cuales también tienen una rica variedad de vasos sanguíneos que se regulan para proporcionar la temperatura adecuada del aire, antes de que llegue a los pulmones (si está muy frío se calienta a la temperatura corporal en los milisegundos que tarda en pasar por la nariz).
La nariz también tiene un papel muy importante en la primera línea de nuestro sistema de defensa contra una variedad de alérgenos e invasores del cuerpo. El revestimiento de los cornetes está compuesto por células parecidas a unas cerdas de escoba que golpean al unísono para barrer la capa de mucosidad hacia la parte posterior de la garganta. Toma diez minutos, que las partículas impactadas en el frente de la cavidad nasal, sean barridas y eliminadas. Este revestimiento, también tiene células caliciformes que producen de 1 a 2 litros de líquido en 24 horas, formando un gran manto de moco, rico en anticuerpos, listo para atacar los gérmenes y neutralizar los alérgenos que causan las alergias.
La próxima vez que vea la nariz de alguien, pregúntese acerca de sus increíbles funciones y cómo podría estar afectando su calidad de vida. ¡Eso es lo que hacen los alergólogos!