Por Marcela Pinzón
En tiempos de Coronavirus cuidar la salud mental, tan necesario como lavarse las manos.
La declaración de la pandemia al Covid-19 trajo al mundo una situación colectiva. Los riesgos al contagio, el confinamiento obligatorio en muchos países, la incertidumbre, el teletrabajo, el distanciamiento social, la preocupación por los estados financieros y la expectativa de lo que viene, han generado un efecto inevitable en las emociones de las personas. No es necesario ser un experto para darse cuenta que el grado de estrés y ansiedad incrementa día a día, un tema que tiene repercusiones psicológicas y que debe ser atendido y tratado a tiempo.
En la mayoría de los casos, muchas actitudes y sentimientos son normales, son reacciones adaptativas a una situación extraordinaria. El cerebro está en máxima alerta y activa todos sus sistemas de defensa para llegar a lo que se conoce como el instinto de conservación.
Pero ¿Cómo hacer para que este tiempo sea más llevadero? No cabe duda que la salud mental debe ser tan importante como lavarse las manos y el uso de la mascarilla.
Sabemos que existe un antes y un después de esta pandemia, que nuestra vida ya no será igual una vez pase la crisis, que debemos reinventarnos, confiar y recibir estos cambios como una oportunidad que nos brinda la vida para dejar atrás lo que no sirve, agradecer por todas las bendiciones que recibimos y extender la amabilidad y empatía ante todos los que nos rodean. No estamos solos y absolutamente todas nuestras acciones repercuten en los demás.
Para empezar, debemos levantarnos siempre con un pensamiento positivo, organizar una rutina y evitar la sobre información, recurriendo únicamente a fuentes confiables.
¡Una actitud positiva nos sacará adelante!
Según los expertos, lidiar con nuestra propia ansiedad puede ser la forma más poderosa de asegurar que los niños se sientan a salvo. Esto no quiere decir que les oculte la realidad, por el contrario, ellos tienen el derecho de estar enterados y hacer preguntas, y usted el deber de responder con información útil basada en datos y hechos reales, pero sin entrar en mensajes catastróficos y fatalistas.
De nosotros, los adultos, depende convertir esta situación en un recuerdo agradable para ellos, pues a pesar de la crisis, también existen oportunidades que talvez no se presenten nunca. Una vida agradable en familia y rodearlos de afecto y cariño son las claves para atravesar esta situación de la mejor manera posible.
Es muy importante habilitar espacios para que ellos nos compartan sus emociones y puedan expresar sus miedos, enfadados y frustraciones. No poder ir al colegio ni ver a sus amigos es un gran cambio en su vida y debemos validar su rabia y ansiedad.
Así mismo, a pesar de lo anterior, los niños necesitan seguir normas, las cuales no deben ser impuestas sino acordadas entre todos los miembros de la familia. Nuevas rutinas, horarios y reglas de convivencia les permitirá continuar con su vida con menos incertidumbres.
Foto Por: @limamauro23