Doctor Juan, como popularmente se le conoce dentro de la comunidad hispana, además de sus credenciales como médico internista, cardiólogo graduado de la prestigiosa universidad John Hopkins y experto en salud pública, ha demostrado su gran habilidad en el campo de las comunicaciones. Transmite sus consejos de salud y medicina preventiva en Univisión y se ha convertido en una autoridad en temas de COVID-19.
Lo vemos en televisión, atiende a sus pacientes de manera presencial, escribió un libro titulado “Santo Remedio” sobre la efectividad de los remedios caseros, desarrolló su línea de productos naturales bajo el mismo nombre y aún así tiene tiempo para dormir las siete horas reglamentarias, le dedica tiempo a su familia, se alimenta bien y hace hora y media de ejercicio todos los días.
Este “Super Doctor” no para de crear, “los mejores proyectos surgen de un problema o de una necesidad. El futuro de Santo Remedio y de otros proyectos que tengo, es el de llevar salud y protección masivamente”, destaca Doctor Juan, y nos adelanta dos grandes lanzamientos para el año próximo: Un nuevo programa de nutrición para bajar de peso y otro para el cuidado de la piel, en asocio con una reconocida dermatóloga graduada de la universidad de Harvard, con quien lleva trabajando desde hace más de un año.
¿De donde Salió su inclinación por la medicina? Siempre fue así?
Al principio me interesaron las leyes, mi papá es abogado y mi tío también, pero mi mamá siempre quiso un médico en la familia. Entré a estudiar medicina y el primer año no me gustó mucho, encontraba las clases muy básicas y poco prácticas; pero en el segundo año, cuando recibí fisiología, que explica el funcionamiento del cuerpo, realmente me enamoré de la profesión, después cuando empecé las rotaciones con pacientes y a sentir ese contacto humano, me apasioné mucho más. Para ser un buen médico tienes que ser, como decimos en inglés un “peoples person”.
¿Qué es lo que más le apasiona de su carrera?
El contacto humano, no hay nada más increíble que la satisfacción de que alguien se sienta mal y que tu lo ayudes a mejorar. Las personas pueden tener todo el dinero del mundo, pero en el momento en que su salud se ve afectada, se sienten vulnerables y el poder devolver ese sentimiento de bienestar es satisfactorio.
¿Cual cree que es su misión de vida?
Difundir masivamente un mensaje de prevención de enfermedades. Cuando estudié cardiología lo que más me interesó fue la cardiología preventiva, y con mi ingreso a los medios de comunicación, ese mensaje de prevención en general, ha podido llegarle a millones de personas. El poder servirle a tantos hispanos en Estados Unidos y alrededor del mundo, es algo que considero una bendición y un privilegio.
¿Cómo fue su ingreso a la televisión, cómo ha sido esa evolución?
Cuando terminé mi carrera de cardiología, recuerdo decirle a mi esposa, “Si llego a tener 65 años y lo único que he hecho en mi vida es cardiología no voy a ser feliz.” Ella me miró como si estuviese loco, pues acababa de estar 15 años estudiando para eso. Estaba empezando la moda de los blogs y yo tenía uno titulado Corazón Hispano, escribía sobre medicina y llegué a tener 40 mil visitantes únicos mensuales. Dos congresistas que lo consultaron, me invitaron a participar como orador en un congreso en Washington sobre obesidad, allí me entrevistaron varios medios de comunicación y fue en este momento cuando abrí los ojos a la posibilidad de combinar mis dotes de comunicador con mis conocimientos médicos.
Más adelante, en otro evento, empecé a conversar con una señora sobre la gripa porcina e hice unas críticas sobre cómo los medios estaban manejando el tema, pues la señora resultó ser la esposa de Dawn Brown, presidente de Telemundo, quien luego de escucharme, me ofreció trabajo en el canal. Una semana después estaba en Al Rojo Vivo haciendo mi intervención. En el 2012 me convertí en corresponsal médico de Univisión.
La experiencia como comunicador la fui adquiriendo mirando videos, con la humildad de preguntarle a mis compañeros de trabajo en qué podía mejorar y recibir esas críticas constructivas. Univisión fue una enzima catalizadora para realizar mi plan. Me dio la oportunidad de ser corresponsal médico principal, desarrollar el show de mi creación Medicina Desconocida (Strange Medicine) y adelantar iniciativas como Reto 28, donde la audiencia podía bajar de peso, con 28 días de dieta gratis. 500 mil personas participaron en un mes. Tuve carta blanca para crear programas en beneficio de la comunidad.
Se ha convertido en una gran autoridad en temas del Covid-19. En este año y medio de pandemia, ¿Cómo ve su evolución y cuales son sus recomendaciones?
Estamos en una situación de la cual no hemos salido, ahora está afectando a las personas más jóvenes. En Estados Unidos no hemos llegado a los porcentajes de vacunación deseados, la posibilidad de que continúen saliendo variantes son altas, así es que creo que vamos a estar en esto por algunos años. Para los expertos en salud pública la pandemia no fue una sorpresa, todo lo que sucede en las pandemias es predecible y está establecido en los libros y en las investigaciones científicas. La historia de una pandemia, es realmente cómo los pueblos reaccionan, la gente se une o se divide, y en Estados Unidos estamos viviendo la historia de una división. Los expertos en salud pública saben en qué momento cerrar las escuelas, pero no se imaginaron que habrían personas en contra del uso de las mascarillas, la vacunación y las cuarentenas. La tercera dosis de la vacuna es inevitable, después de seis meses la inmunidad empieza a bajar, lo hemos visto en Israel, en Reino Unido y en otros países que están un poco más adelantado que nosotros. La FDA ya lo aprobó para pacientes inmunocomprometidos y próximamente para personas mayores de 65 años.
¿Qué ha sido lo más frustrante de este virus?
Lo más frustrante no ha sido el virus, sino el comportamiento humano. Que todavía haya un porcentaje de la población que se aferre a ideales políticos, restando credibilidad a los estudios científicos. Estamos hablando de 600 mil muertes en Estados Unidos y mira la división que tenemos.
¿Qué significa la familia para usted? Que legado le quieres dejar a sus hijos?
Es mi apoyo, el motor de todo lo que hago. Disfruto estar con mi esposa y mis tres hijos, hacemos muchas cosas juntos. A ellos trato de inculcarles el principio del servicio, lo demás llega por añadidura. Si en Santo Remedio ofrezco productos que realmente pueden ayudar a la gente, no tengo porqué preocuparme porque lo estoy haciendo desde un punto de vista correcto. Algo que les inculco es que no se queden con un solo talento, que desarrollen varios y si los mezclan van a tener una carrera única, sintiéndose plenos porque todos los días van a ser diferentes.
¿Qué significa la mujer?
El ser más inteligente y con más liderazgo. En la comunidad hispana son los CEO de los hogares, me encantaría ver pronto a una mujer presidente de los Estados Unidos . Muchos de los puestos importantes de mi empresa lo ocupan mujeres, confío en su intuición, tienen un punto de vista que muchas veces los hombres no vemos, en mi experiencia son más colaboradoras. Yo me crie entre mujeres. así es que mi esposa es una figura extremadamente importante, llevamos 20 años juntos y en todo lo que hago ella está involucrada.
¿Cómo quiere que lo recuerden?
Como alguien que le sirvió a la comunidad hispana, un médico a quien nunca se le subieron los humos y nunca tomó por sentado a su audiencia. Todos los días investigo, busco nuevos recursos y estudio para poder seguir sirviéndoles.
¿Qué le falta por hacer?
Que Santo Remedio siga creciendo y se convierta en la mejor compañía para el servicio de la salud de los hispanos. En la parte clínica tengo que crecer el programa de prevención cardiovascular para poder llegarle a muchas más personas, lo cual me va a consumir los próximos tres a cinco años. Seguiré viendo pacientes hasta que la audiencia lo permita. En lo personal poder dedicar más tiempo a mi familia.