El descubrimiento de la insulina, cambió la calidad de vida de millones de personas con diabetes, partiendo la historia en un antes y un después.
La diabetes es una enfermedad metabólica, que se encuentra entre las principales causas de mortalidad en los países desarrollados. En individuos sanos, la insulina es una hormona que se sintetiza en el páncreas cuya función es activar la absorción de glucosa y de aminoácidos después de las comidas. Cuando una persona padece de diabetes, esta función no se lleva a cabo, elevando la concentración de glucosa en la sangre.
Aun cuando esta enfermedad se identificó desde hace más de 2000 años, su único tratamiento consistía en una dieta que permitiera controlar los picos de glucosa en la sangre. En 1921, los canadienses F.G. Banting y C.H. Best lograron aislar insulina a partir de páncreas de animales y en 1922 hicieron los primeros ensayos en humanos. El primer paciente fue un niño de 14 años, quien recibió insulina bovina, evitando así su muerte y permitiéndole vivir por 30 años más. Fue así como El 30 de mayo de 1922, se firmó una colaboración entre la Universidad de Toronto y Eli Lilly donde se estipulaba que el laboratorio se encargaría de la producción de insulina y se quedaría con los derechos exclusivos para toda América.
Sin embargo, esta insulina animal no era optima, su precio era elevado y se requería sacrificar 50 cerdos para cubrir anualmente a un solo diabético. Por lo tanto, el tratamiento estaba disponible para muy pocas personas.
Un mundo de investigaciones
La insulina es una hormona peptídica, con una estructura compleja que consta de 51 aminoácidos, distribuidos en dos cadenas unidas entre sí. La insulina de cerdo, difiere en un aminoácido de la humana y la de bovino en tres. Estas diferencias ocasionaban alergias en los pacientes, quienes muchas veces, se veían obligados a abandonar su tratamiento. Para solventar este inconveniente, se optó por la ingeniería genética, logrando la primera insulina obtenida por la técnica de ADN recombinante. Luego de realizar ensayos clínicos con 17 voluntarios en el Guy´s Hospital de Londres, se empezó a comercializar el primer producto obtenido por la clonación de genes, bajo el nombre Humulin. Este, presentaba grandes ventajas: era más barata, se podía producir a una escala mucho mayor y evitaba numerosos efectos secundarios de las insulinas animales empleadas.
En 1996 se produjo la Humalog, una versión de la insulina que, cambiando de posición dos aminoácidos conseguía aumentar la velocidad del efecto. Es así como después de muchas investigaciones, la diabetes pasó de ser una enfermedad mortal a un mal crónico.
Fuente https://www.solucionesparaladiabetes.com/magazine-diabetes/la-historia-de-la-insulina/